Estas a 1000 kilómetros de mis ojos,
entonces, para ir hacia ti, camino por mis recuerdos
a lo lejos, desde lo alto, te alcanzo
a ver cubierta Con tu velo hiyab,
hermosa como la Reina de Saba,
imagino entonces, que tú divinas mi perspectiva
y
con tus ojos beduinos me miras y sonríes.
suficiente, regreso en silencio, convencido
que
si gritara tu nombre, traspasarían
tus sienes y
no me escucharías.