sábado, 7 de enero de 2012

AL GRAN FARO DE PUERTO ETEN

Hubieron tiempos en que ojos marineros
te buscaban entre el horizonte y la niebla
y bastaba un guiño de estrella
desde tu ojo ciclópeo
para devolverles la esperanza,
para saberse a salvo.
No sabían aquellos ojos, que tu
cual padre afligido, buscabas con tu linterna
desde lo alto
a tus hijos extraviados entre la bruma y el mar
Ahoraya ningún marinero te busca
tus nietos se olvidaron de mirar las estrellas.
Solo nosotros en caballos de metal y jebe
cabalgamos tu cumbre rocosa
a fuerza de nuestras piernas
Ascendemos a ti cual peregrinos ecuestres,
y en ese andar, solo las grandes piedras de tus laderas
cual tribuna inmóvil nos ovacionan con su silencio.
Allá en lo alto te encontramos siempre solo
con tu traje a rayas como un prisionero
sentenciado a la soledad
siempre de pie,
mirando o tal vez pensando en la Alta Mar
Paco, Robert y Yo nos sentamos a tus pies
a oler la sal, a escuchar contigo ese concierto que olas tocan
en el gran piano de arena de tus playas,
siempre,al despedirme quisiera hacerlo con un abrazo
pero mis brazos no pueden apretarte como quisiera
por ello, te digo este poema.




Juan Carlos FloresTucto