HERBARIO DE RECUERDOS (I)
Habiendo
concluido las exequias de mi padre político y sosteniendo yo todavía en mi mano
el papel del discurso que había pronunciado al pie de su tumba, se acerco mi “papá
Lucho”, (otro de mis papas) y me solicito una copia mi discurso, aunque él lo
llamo “carta fúnebre”, le había conmovido y era para él una composición
literaria que merecía releerse y conservarse, la verdad me hubiera gustado
escribirle en vida un discurso para mi
papa político y leerle tal vez en su cumpleaños y decirle todas esas cosas que
le dije al pie de su tumba, seguramente se hubiera alegrado, hubiera llorado y
me hubiera abrazado, cosa que ya no pudo hacer aunque estoy seguro ese día
desde otra dimensión me escucho estoicamente.
Tal
ves pocos hijos como yo tengan la dicha de tener varios papas, a Francisco
Flores se lo debo el apellido y los
genes que trajo desde el Cuzco a Amazonas, siglos después de Tupac Inca Yupanqui, también venido con el mismo propósito desde el Cuzco a Chachapoyas.
Jose
Jesus Culqui Rojas fue mi padre político, hombre Chachapuyo con quien se comprometiera
mi madre muchos años después de la separación de mi padre Francisco de esa
unión tenemos un hermano Edward Martin.
A este señor lo debo mucho, de él aprendí muchas cosas y recibí mucho
afecto de lo cual deje constancia en mi discurso fúnebre.
Luis
Tucto Salón o “papa Lucho” es otro de mis papas, hermano de mi señora madre y padrino de bautizo, para él escribo estas líneas, en gratitud, porque no
quiero ponerme a escribir cuando nos
visite la muerte y leerlo al pie de su catafalco, ahora en pleno uso de
sus facultades el leerá este testimonio de quien se considera su hijo.
De
niño habiendo ya aprendido a leer y a mirar bien las cosas, guardo en mi
menoría dos imágenes que corresponde a dos posters pegados por mi “papá Lucho”
en la sala de la casa de Chachapoyas donde
vivíamos, uno de ellos correspondía a
Jesus, era una retrato más humano que divino, pues no tenia atavíos ni aureolas
y al pie de su rostro rezaba ”solo
Cristo hace al hombre verdaderamente
libre” y la otra imagen correspondía era la del ”Che Guevara” “el libertador”
como lo llama Gillen en su Poema, de manera que su rostro siempre me fue
familiar y ambos personajes desde
aquellos tempranos años siempre me han acompañado y podría decir que fue
la primera influencia místico/revolucionaria que me infundio sin saberlo mi “papa Lucho”.
Realmente
guardo muchos recuerdos de mi niñez escogeré ahora solo aquellos donde aparece
mi papa Lucho:
Muy
pequeño yo recuerdo haber visto en casa unas zapatillas descomunales por su
gran tamaño, zapatillas que alguna vez fueron blancas, estaban teñidas de un
color rojo-naranja, eran pues para mí tamaño, los zapatos alados de un gigante
del Olimpo griego y siempre me causaban asombro; el color rojo-naranja que
tenia se debía al cerro “colorao” a cuyo
pie descansa Chachapoyas, donde mi papa seguramente subía para jugar futbol en el campo que había en su cima, y esa arcilla
ferrosa había teñido sus zapatillas; Para nosotros cuando niños la época de
peregrinar al “colorao” era en tiempos de vientos, para entonces mi papa lucho
tanto a mí y mi hermano Marco Antonio nos construía nuestra cometa “campeona”
nos vestían con ponchos bufandas y gorros y subíamos por el desfiladero, de estas épocas recuerdo dos hechos, uno en el
cual jugando con el carrizo con el que construía mi papa la cometa se clavo en
mi mano una astilla y llore desconsoladamente escondiendo mi mano, evitando que
sacaran la astilla, fue entonces en que mi papa Lucho me hizo sentar a la
orilla de la mesa, cogió mi mano y me dijo que si no me dejaba sacar la astilla
crecería sobre la palma de mi mano una cepa de carrizo, me imagine entonces
portado una planta de carrizo en mi mano y decidí entregar mi mano para que sacaran la astilla.
En otra
ocasión recuerdo que ascendiendo al cerro con nuestras cometas, siempre bajo el
cuidado de papa Lucho, soplo un viento que levanto mi poncho y tapo mi cara
estando yo agarrado en un risco del
cerro, la oscuridad solo duro unos segundos pero en mi, fue como quedar
suspendido en el vacio, liberarme la cara del poncho con mis manos significaba
despeñarme, pero la mano de mi papá Lucho como la de un ángel me salvo la vida.
Parte de mi
niñez lo viví en Leymebamba “rinconcito de amazonas” mi madre trabajaba de
profesora en dicho pueblo y los fines de mes viajábamos a Chachapoyas capital
del departamento, donde vivía mi papa Lucho junto con mi “viejita” (bisabuelita) pero cuando la falda de algún cerro se tendía sobre la
carretera ya no podíamos viajar y entonces mi papa Lucho viajaba hasta “el
derrumbe” y luego caminaba hasta Leymebamba, nos
acompañaba el fin de semana luego nos daba como propina una moneda grande como
un disco, con una vicuña en alto relieve y lo despedíamos desde lo alto del
pueblo, el bajaba al rio Atuen que corre al pie de Leimebamba pasaba el puente
y se desaparecía con su maletín, dejando, como les contaba una moneda que
llenaba mi pequeña mano pero un corazón tristemente vacio por su ausencia.
Papa Lucho
solía poner su mano como una tenaza en
nuestra nuca cuando caminaba con nosotros y era esta mano pues un yugo que alegremente
llevábamos encima pues de seguro papa´ por el camino nos compraría “el chicle globo”, o las “galleta de animalitos”
que tanto nos gustaba, con mayor suerte recuerdo un día nos dio propina para
comprar el tal “chicle globo” en la
tienda de doña “Natita” (Natividad Ruiz) a la casa de doña Amelina Collantes
donde vivíamos y resulto que la propina fue decomisada por doña “Natita” pues
adujo que éramos muy pequeños para andar con tanto dinero el mismo que fue
devuelto a mi papa Lucho.
Papa Lucho era nuestro abogado y nuestro ángel
de la guarda sobre todo cuando huíamos despavoridos del látigo de mi madre,
entonces papa Lucho hablaba con mama Petita, luego se agachaba buscándonos bajo
la cama, nos garantizaba que mamá nos
había perdonado y salíamos de nuestro refugio, La cama para nosotros no
solamente tenía un propósito para el descanso, sino para cuando niños su tablas eran como las alas de
una gallina para sus pollitos.
En
una ocasión estando jugando fuera de casa, en la calle específicamente,
lugar donde todavía se podía correr y
jugar en Chachapoyas, llego mi Papa Lucho corriendo y agitado, nos busco entre
los niños que participábamos del juego y nos metió en casa diciendo que
deberíamos protegernos del “el huracán”.
Para ese entonces yo era un niño que miraba el cielo esperando ver un “dragón
volador” llevando un techo en su pico, porque Papa lucho nos había dicho el tal
“Huracan” se había llevado el techo del señor Grandes.
Se
dice que los hábitos buenos o malos de los padres son imitados por los niños y
el habito que tengo de leer los periódicos revistas, amén de libros, se lo debo a mi Papa Lucho,
desde mi más lejana infancia recuerdo a “papa Lucho” absorto, recostado en ese sillón-hamaca que
llamamos “perezosa” leyendo las revistas Caretas, Oiga, Ovación, Si, el diario
Expreso, de esos tiempos recuero a papa
Lucho llegando del trabajo con su revista o periódico bajo el brazo y en la
mano una bolsa de pan cemitas, para el Lonche. Así era mi papa Lucho cuando era
yo niño y sigue siendo ahora, un “voraz lector” cuya almohada se va formando
con puñados de revistas y periódicos metidos en una funda noche a noche.
Un
día hubo alboroto encasa vino la
ambulancia y papa Lucho ya no estaba en casa, a nuestra interrogante por su
ausencia respondió mama está en el hospital por que “se le reventó la ulcera”,
20 años después sabía yo como era cuando se te revienta la ulcera en las tripas
y tu hemoglobina baja, hueles a hierro y sientes sangre ajena entrar por tus
venas desde una bolsa para salvarte la vida.
Estos
recuerdos uno a uno los he recogido de mi memoria, como hojas caídas de un
árbol otoñal, antes que el viento del olvido se las lleve para siempre y aquí
las ofrezco pagadas sobre un papel como un herbario botánico para la
posteridad.
Con afecto de
hijo.
Olmos 22 de Febrero del
2012
Juan Carlos Flores
Tucto.
RESPUESTA
TU CATILIARIA DIGNO DE UN POETA GRIEGO. GRACIAS HIJO, TUS
RECUERDOS ME HAN CONMOVIDO HASTA LAS LAGRIMAS.
Mensaje de texto 27 02 12
1: 00 PM