HOY ES EL 1°
ANIVERSARIO DEL CLUB “LIMA NIGTH CYCLING”
AL CUAL PERTENEZCO, ESCRIBI ESTA CRONICA HACE ALGUNOS MESES, PERO HOY
COBRA VIGENCIA Y VUELVO A PUBLICARLA
SOLO PARA LOS QUE
LEEN
Algunos compañeros en
el club, me dicen “maestro” sin tener yo medallas que cuelguen de mi cuello y
que puedo decir yo de Ustedes estimados compañeros, si en cada salida aprendo
de Ustedes, por ello ahora que tenemos al
LOBO como mascota e insignia del club digo:
“QUIEN CON LOBOS ANDA A AULLAR APRENDE”
Por: Melquiadez Centenario.
Lima North Cycling bien podía llamarse LIMA NIGTH CYCLING pues ha convertido “LA NOCHE” en un escenario propicio para montar bicicleta, la cita es siempre a las 8 pm en la municipalidad de Los Olivos, Marko Erik Palacios, director fundador del Club y administrador del Facebook LNC, es el encargado de publicar el programa de la semana que comienza en día martes y termina el domingo, el Lunes hay una tregua por la salida del domingo que suele ser fuera de Lima, con 100 ó más Kilómetros de recorrido. Minutos antes de las 8 se ve llegar de todas las direcciones luces parpadeantes como estrellas, son los ciclistas LNC, cumplido el termino de tolerancia Marko dice ¡¡vamos!! y partimos por las grandes avenidas, junto a las combis, los buses y los autos que circulan en fila india, en un momento determinado se detiene la columna de carros, porque el semáforo cambio a rojo, es entonces que nos deslizamos en entre los motores humeantes como “AGUA ENTRE LOS DEDOS”, rostros impacientes y angustiados de los pasajeros nos ven pasar por sus ventanas, con cierta impotencia o talvez con cierta envidia.
Las
salidas nocturnas son a distritos vecinos que tienen avenidas inclinadas en los
cerros como Payet, Tawantinsuyo, Jirón Puno de Comas, Collique etc. Las
trepadas son fuertes, pero aun así más de uno repite el plato, mientras llegan
los rezagados, el descanso se suele hacer en lugares que han bautizado con
nombres originales como “La Atlantida” en este punto uno llega escalando una
callecita con una inclinación de 45° “La Atlandida” es parque circular con
columnas redondas clásicas, tiene la forma de un ágora griega, una banca
circular nos ofrece descanso, la
imaginación de Marko hizo que se bautizara como tal, también hay otro lugar de llegada ya fuera de
la pista y la ciudad, queda en la misma cima de un cerro, y se conoce con el nombre de “El Rocón” pues en la cumbre
del cerro hay una megalito cuadrado, tal vez en tiempos prehispánicos este Apu
fue peregrinado por culturas prehispanicas, es un lugar mágico. Desde
cualquiera de estas alturas se divisa Lima, “La horrible” como una gran necrópolis,
llena de velas encendidas, una nube oscura
sobre ella, que no se mueve, lo protege como un techo, es el Smog.
En el descanso siempre aprovechamos para tomar un rehidratante, contar
una anécdota, celebrar una broma e intercambiar opiniones, sugerencias sobre
las piezas de tu bicicleta, finalmente nos tomamos la foto de rigor, James
Norabuena, suele llevar un trípode portátil, se pone de rodillas, frente a su
cámara, chequea los ángulos, izquierda, derecha; de manera que todos salgan en
la foto, luego sale corriendo toma su lugar y esperamos el disparo de la cámara,
finalmente regresamos, según la distancia del domicilio de cada uno debemos
estar en casa entre las 10 y 11 pm.
Otro ascenso que merece unas letras aparte es la trepada
al cerro San Cristobal, dentro de la Semana por lo menos una vez esta
considerado esta salida en el programa LNC. Salimos de la municipalidad de los
Olivos por LA Av. Carlos Izaguirre, cruzamos la panamericana en el ovalo,
llegamos a la Av. Tupac, seguimos esta avenida hasta el cuartel Hoyos Rubio,
luego izquierda derecha, izquierda derecha y llegamos a la Alameda de los Descalzos,
un grupo que ha visto la convocatoria y llego primero, nos espera en dicho
lugar para subir juntos. La Cruz Luminosa en lo alto pareciera que nos espera
con los brazos abiertos. Nos contamos haber si alguien pincho y se quedo por el
camino, estamos completos, entonces Marko dice vamos y comienza el peregrinaje.
Al inicio de la trepada un olor
pestilente nos hace acordar que estamos en el borde de la civilización, la falda del
cerro es un basural, una fuerte inclinación intenta desanimarte, crujen los cambios,
la cadena baja al plato chico y atrás sube al piñón grande, se escuchan jadeos y la frente empieza a
brillar por el sudor, no falta escuchar a alguien decir “mierda” o “conche su
mare” como para darse fuerza, los mas rápidos ya se desaparecieron de tu vista,
cabalgan tan rápido que pareciera que son jinetes sobre caballos alados. En una
pared de piedra el cerro hace eco a la gran ciudad, el rugir de los motores
rebotan en sus rocas, como si el mar bravío se estrellara en un acantilado, en la
penumbra del camino un brujo emponchado y su cliente, fumando espera que
bajemos, que apaguen las luces del camino para iniciar su sesión de chamaneria,
escuchas rugir un motor tras tuyo, te pegas a la derecha y pasa pujando un bus
con turistas, la trepada te da algunos planos unas plataformas en los miradores
donde las parejas aprecian la ciudad a lo lejos. Al verte llegar en el último
tramo, los que llegaron antes, te dan aliento ¡¡vamos!! ¡¡vamos!! …¡¡Ya
llegaste, revienta!!. No hay mayor satisfacción de estar en lo alto y ver la
ciudad a tus pies, privilegio solo de los ángeles, las águilas y los ciclistas, luego saludar a los amigos de otros clubes,
tomar tu agua, la foto de rigor y el regreso, que si el ascenso es excitante
diré pues que el descenso es un orgasmo, bajas en picada al llano, sin ningún
esfuerzo, la gravedad hace su parte, tus dedos listos en el freno y la posición
más aerodinámica que encuentres.
CRONICA
DEDICADA AL CLUB “LIMA NORTH CYCLING”